Si eres un amante del sol, te encantarán los meses de julio y agosto en Mallorca. Con una media de 35 grados, son los más calurosos de la isla. El verano meteorológico comienza a mediados de mayo y termina a mediados de octubre. Las temperaturas alcanzan un mínimo de 25°C en este periodo.
Casi se puede oír el suspiro colectivo de alivio de la isla durante La Gota Fría o "gota fría", a finales de agosto o principios de septiembre. Se acaban los días brumosos del verano, lo que significa que puede disfrutar de un tiempo cálido y unas vistas hermosas y despejadas. Después, las temperaturas bajan otros 5 °C y se sitúan en torno a los 30 °C.
La segunda quincena de octubre en Mallorca es simplemente perfecta. Hay menos turistas y aún hace calor suficiente para tumbarse en la playa y darse un baño. En los últimos años, las temperaturas han superado los 25 °C desde mediados de octubre hasta mediados de noviembre.
Pero nunca se sabe con certeza qué tiempo hará. Puede refrescar o incluso llover durante su estancia. Sin embargo, el tiempo menos que perfecto suele referirse a chubascos y no al tipo de aguaceros que duran días. En resumen, podrá tomar el sol y bañarse en el mar hasta mediados de noviembre.
No es de extrañar que cada vez más gente decida visitar Mallorca en otoño. Con menos turistas, temperaturas de ensueño y precios más bajos, ¿qué más se puede pedir?
A los bebés acuáticos les alegrará saber que las temperaturas siguen rondando los 20 °C en octubre y noviembre, es decir, sólo 5 °C menos que en agosto y septiembre. Con sus suaves temperaturas, octubre es una época ideal para visitar la isla, especialmente para los amantes del senderismo o el ciclismo. También es una buena época para visitar los lugares de interés de la isla sin aglomeraciones, ir a restaurantes difíciles de reservar y degustar los productos locales en los mercados otoñales de los pueblos.
